un finde oquero

Aquí estoy en la estación de Bobadilla, localidad del pueblo natal de la mitad de mi familia (Antequera), tomándome un café achapapoteado, digno de la mandre en persona, masticándolo grano a grano, para que os voy a engañar.

Tras este finde de evasión en la granja con las ocas locas,
mi estado físico-emocional pulula entre la catarsis y un estado comatoso-cognitivo,
marditos puretillas oqueros(leer con el tono adecuado), que me han rebentao por dentro y por fuera. De dónde leches les sale tanta energía, me pregunto yo. Dos días más y habría acabado en el hospital a base de suero y el Programa de Ana Rosa, pues el cerebro ahora mismo me da pa poquito más. Cualquiera diría que soy yo la que les saca 10 años a ellos y no al revés, pero qué esperais de una recién divorciada de 23 añitos... La pobre, con lo chica que es. Que no, joé, que no es pa tanto.
El erma tiene razón, y es que me dijo q para pasar mi duelo tenía que no comer ninguna azúcar, alimento del cerebro, y así este dejaría de funcionar. Después de este finde he descubierto que hay más maneras de que la maldita maquina de pensar pare en seco, lo que viene siendo bailar hasta altas horas de la madrugada, llegar tempranito al hotel (eso son las 7 de la mañana), dormir un par de horillas o cuatro, lavarse el pelo con jabón de pastilla, perder el cepillo de dientes y que la alitosis provoque que tus relaciones sociales disminuyan, montarte en un coche y ser llevada (qué punto ese, menos mal), ensayar diez minutos en modo Maiquel (primer movimiento... lalalalalala... segundo movimiento) y luego dar un concierto en el que el sujeto en cuestión se emociona y le mete toda la caña cañera. Mucha Bjork mucho Elvis Costello, y no sabe el nota que en Amor y en la música no se corre, que correr es de cobardes y de malos toreros. Y yo de toros entiendo, que pa algo tuve la culpa de lo que le pasó a Manolete. Entonces el proceso que acabo de describir se repite y se repite...
De repente, y sin esperármelo, me he encontrado con tres hermanos mayores que me tenían metiita en terciopelo, así me han cuidao los niños... Ay, que la niña coma. Ay, que no se le acerque ningún buitre. Ay, que la niña no tiene cubata. Niña, ¿estás cansaita? Duérmete una mijita anda... Por supuesto con todos los gastos pagados y ademá´s´cobrando, qué mñas se puede pedir.
Y ya lo dice el refranero popular que tan tan sabio es: de Oca a Oca, y tiro por que me sale de los cojones... (lo siento, pero llevo dos días rodeada de tíos, sin contar a la Auxi, así que el animal que llevo dentro se ha despertado del letargo). Así que me he enterado de que en Enero hay otro finde del infierno y yo mapunto de cabeza, sin pensármelo, aunque tuviera que cruzar el charco, a fin de cuentas solo vivo a 5000 kms de aquí y con los rayaneres todo es posible.
A parte de despertar mi lado masculino, lado que tengo bastante desarrollado por cierto, he recuperado a mi hermano grande, que me hace desarrollar todo mi potencial embrutecido. Gracias a ese maleamiento no soy la muñequita llorona de ojos verdes y pelo rubio que todos creíais que iba a ser, y la verdad es que se agradece. Qué pérdida de potencial si hubiese sido de otra manera.

Qué bien que me lo he pasao, joder.
En cuanto estén en mi poder las fotos del evento, haré un remake de este post, e iré explicando pasito a pasito cada fotillo.