rebota rebota

Hace tiempo que os tengo dejaillos...
Pero entre unas cosas y otras no hemos dejado de vernos.

Desde que la historia con el Hermético (Maria my wife puede que aún no sepa que ya no tengo novio, aprovecho para dejarlo claro como el agua) sólo he hecho una cosa: pennnnsar.
Ya oigo a la herma decir: "mal, mal, te he dicho que pensar es malo. Mírame a mí, que no pienso y mira lo feliz que soy".
He hecho un reciclado de ideas y de sentimientos en toda regla y tengo que daros una buenísima noticia: me alegro de tener una tribu por familia. Es increíble lo que sois capaces de hacer. Todos vosotros habeis puesto un gran montón de arena para construir a la Martita, y me pongo tienna, lo siento, pero tengo que daros las gracias por haberme aguantado este mes tan tan sufrido.
Después de tan grata introducción voy a hablar, pero muy poquito en modo esquemático, porque no me ha dado tiempo de desarrollar la teoría de una manera poética y elaborada, de los sentimientos rebote. El nombre no mola, pero no se me ocurre otro. Sugerencias, al buzón. Los sentimientos son dinámicos y simbióticos, supongo q esa palabra está bien puesta, y lo explicaré con sencillos ejemplos.
El Domingo por la mañana me levanté con el Síndrome de Estocolmo (el de los secuestrados, que es como llamamos cariñosamente a cuando me da pena lo que ha pasado con el Hermético) puesto. Como cada mañana del último mes, bajé a echarme un cafelito en esa cocina tan familiar que tanto me mola. Como cada Domingo, la Chari vino a ver a mi mandre. La verdad es que estaba muy muy guapa: venía peinadísima, pintadísima, maqueaísima como una actriz de los años 20. Y dise la Martita:
-Uy Chari, qué guapa, pareces una actriz de los años 20.
La Chari da las gracias por el cumplido, y yo me vuelvo a mi Síndrome. Cuando vuelve la Mamandre de desayunar con ella me dice:
-Dice la Chari que va a venir todas las mañanas antes del trabajo a verte, porque le has alegrado el día.
Entonces, se produce el llamado efecto rebote, y de repente se me quita el Síndrome y me siento mucho mucho mejor: ella también me ha alegrado el día sin saberlo.
Es un bonito ejemplo de los sentimientos rebotes, podeis llamarlo como os plazca, karma, justicia o como se os venga en gana, que me da igual mientras el concepeto lo entendais. Como podréis deducir por vosotros mismos, Los sentimientos rebote también pueden ser de naturaleza negativa, e incluso destructivos... jaaaarll, pecador, escóndete lejos...
No os voy a poner un feo ejemplo, porque si os pongo de mal rollo me viene el efecto rebotado, pero ahora podeis entender eso tan bíblico de "Quien a hierro mata, a hierro muere", y bueno, vosotros todos me conoceis de buenas, pero ay del que tenga o haya tenido que conocerme en toda mi ira... Penita me da...
Estas cosas tan místicas las aprendo del libro chino que me regaló el Juanmita el año apasaó, el 2007, que Dios lo tenga en su Gloria (al 2007, se sobreentiende), y que os recomiendo siempre (I Ching) porque es el mejor libro de autoconocimiento de la historia de la Humanidad, base del Taoísmo y Confucionismo (a Confucio sólo le engañó una vez, y pq no supo leerlo), cuyo prólogo es del mismísimo C. Jung, huevos hay de escribirlo siendo psicólogo y occidental.
Sed buenos, que os ven los Reyes, y probad esto de los sentimientos rebote porque satisface una jartá.