"una mirada...

...vale más que mil palabras"
Y no voy a ser yo precisamente la que venga a quitarle sus cualidades semánticas a las miradas. Pero hay que decirlo todo, las miradas son muy subjetivas, y precisamente por estar cargadas de significados ocurtos a veces nos dan que pensar.

Hay una verdad acerca del tema que va más allá del a priori a posteriori de Kant, que nunca fue impresa en ninguno de los libros de la burneada (o toasteada) Biblioteca de Alejandría, pero no por ello es menos cierta...

Y es que cuanto más entretenido va uno en el metro/tren, más le mira la gente...

Algunas veces es preocupantes, porque los ingleses no son como los españoles, NOOOOO, ellos son muy así y van a su bola, sobretodo en hora punta, ellos no miran, así que cuando les pillas mirándote te quedas una mijilla pensante.
Si ha sido una mirada inocente, prestos te sonríen (lo que en el lenguaje coloquial de los gestos londinenses significa "hola!!", y que seguro más de uno de vosotros ha experimentado aquí). Después está la típica mirada, que esa si que nos ha pasado a todos, de "me quedo fijo en un punto de por vida y ha dado la casualidad de que el punto estaba en tol medio de tu cara".Pones cara de "qué le vamos a hacer, me he quedao cojío y un día no vuelvo ni con epinefrina", e ipsofacto te buscas a otra víctima, u otro punto.
Pero las peores miradas, las que más odio, son las de justicia. Esas que, cuando te quieres dar cuenta y levantas la cabeza, el vasto vulgo te observa con cara de "el yugo caerá sobre tí", como sentenciándote. ¿por qué da la casualidad de que este tipo de miradas se experimentan en pandilla? Hoy el número de "sentenciadores" ascendía a cuatro.
Claro, ¿qué quereis que piense yo? ¿qué voy a pensar?, pues lo típico, que me he dejao un moco pegao en la cara, o que me he puesto el chaleco del revés, ¿¿¿¿por qué demonios me mira toda esta gente???? ¿qué querrán decirme?
Ese tipo de mirada nunca lo entenderé, me incomoda un poco.
Otra cosa curiosa, cuando fui a Berlín el año pasado, acostumbrada de londor, donde no suelen mirar, pues tela de sorprendida, porque allí la gente en el tren no mira, sino que observan. Y yo pensé, "en el mundo de las probabilidades, esta tiene que ser ínfima, pero estoy convencida de que soy el calco de alguna estrella de la televisión alemana".
Después bueno, una aventura en primera persona, el otro día rescaté del olvido el primer cd de Oasis, y me puse muy contenta. Y claro, en el tren con los supercascos antiruido que tengo, no había quien me detuviera, y aunque intentaba contenerme no pude no bailar. Cuando fui a levantar la cabeza, porque estaba escribiendo algo en uno de los miles de cuadernos que tengo, me vine a dar cuenta de que un indio (de punto, no de pluma) de mi edad me miraba con cara de "eh, nena, salgamos a dar una vuelta". JAJAJA, a mí eso nunca me había pasado, y la verdad es que volví a bajar la mirada, pero él no se dio por vencido, y me dijo:"puedo leer lo que has escrito en tu diario?" A lomejor se pensó que ponía "me acabo de enamorar del indio de enfrente", que tonta puede llegar a ser la gente. Y le dije "no creo que vayas a entenderlo porque es Español, y yo no tengo tiempo para traducirte, así que no" uu, qué dura!!
jaja, yo tampoco soy payasa...
Pero si tengo que decir la verdad, pa miradas la que le echo yo al poster del Jack Sparrow que hay a la salida del metro tolos días, que es una mezcla entre lascivia y platonicismo, y siempre pienso lo mismo: "si tú quisieras, yo me dejara, y tuvieras una mijita más de volumen..." (es que está más plano que una anoréxica con faja).
A fin de cuentas, como decía Machado, los ojos son ojos porque te ven, así que miren, que miren si quieren, que yo me quedo con mi Capitán Sparrow que me espera siempre a la salida del mentro.